Capítulo 05: Julio, 2015
July 01, 2015 - 747 words - 4 mins Found a typo? Edit meActos y palabras
Me atrevería a pensar que no existe mayor orden que el obrar de acuerdo con el propio y sincero pensamiento. Como si de una joven utopía para la sociedad se tratara. Lo que todos deseamos y sólo unos pocos conseguimos.
Somos lo que hacemos y al final seremos quienes queramos ser. ¿Hay algo más hermoso que vivir la vida que soñamos? Sí, perseguirla.
Estar de acuerdo consigo mismo en el camino, en esta aventura llamada vida, en este trascurso, al fin y al cabo, de etapas tan distintas. Seamos viento, seamos agua, seamos fuego… porque cuando seamos tierra no quedará más que polvo y todo aquello que hayamos marcado a nuestro paso, y será entonces cuando el cómo y el cuándo sonará más que nunca. Aquel cómo y aquel cuándo serán todo lo que quede de nosotros.
Seamos viento: aprendamos a volar y a no limitar nuestra imaginación. Seamos agua: aprendamos a integrarnos, a amoldarnos a nuestro entorno, a estudiar nuestro ecosistema y su funcionamiento. Seamos fuego: ningún obstáculo podrá evitar que alcancemos nuestras metas. Seamos porque cuando dejemos de ser, seremos sólo tierra y recuerdos, y ya estará todo hecho por nuestra parte.
La vida debería medirse en instantes. Hagamos pues que éstos pasen a formar parte de los recuerdos de aquéllos con los que compartimos esos momentos.
Escuchar desapercibido
A veces lo único que necesitamos es escuchar. Pararnos, meditar y observar. Al igual que necesitamos que nos escuchen, necesitamos escuchar al mundo para poder comprenderlo y para demostrarle que estamos con él y él con nosotros.
Me gusta de igual manera pasar desapercibido, pero sólo para el mundo, no para mí. No me gusta la idea de ser famoso o popular. Prefiero los héroes anónimos, así como aquéllos a los que tomaban en su época por locos equivocados por el simple hecho de ir en direcciones distintas.
Me gusta la calma y la tranquilidad. Me gusta disfrutar de mis momentos de soledad, de reflexión, de orden interior. Me gusta entenderme cuando sólo me tengo a mí, pues estoy obligado a escucharme.
Lo que está claro
Todos tenemos momentos de lucidez de vez en cuando. Me gustaría grabar éste para, cuando se me olvide, poder recordarlo o leerlo al menos, para nunca así perderlo de vista.
Hay muchas cosas que aún no están claras, que aún deben madurar o que, simplemente, necesitan tiempo, pero hay una de ellas que tengo bastante clara: no querría trabajar nunca obligado.
No me gusta la idea de un trabajo forzado, en el que por obligación me levante día tras día para hacer algo que no quiero hacer, hacer algo que no me motive ni me ilusione, que no me llene ni me aporte; algo que se quedará obsoleto de aquí a poco, algo que yo no elegí ni querré elegir.
No quiero trabajar, no quiero un trabajo; quiero retos, quiero continuar una formación sin pausa. Quiero desarrollarme como arquitecto y artista en mi profesión. Quiero que cada mañana sea un nuevo reto. Quiero que cada línea que escriba sea inmejorable, así como querré mejorarla al día siguiente porque si otra cosa no, lo que se debería acabar aprendiendo con el tiempo es que, por muy bien que hagas algo, siempre se podrá hacer mejor. Y no es para nada algo negativo, todo lo contrario, ¡ahí está la verdadera mejora!
No me gusta la monotonía, el conformismo ni mucho menos ambas juntas. Estoy enamorado del tiempo. Siempre que puedo intento estar con él. Procuro sacar un rato para disfrutar e innovar junto a él: crear proyectos, llevarlos a cabo, mejorarlos, darles una vuelta completamente, no dejar de pensar en ellos y utilizar un pensamiento lateral que, en ocasiones, los lleva a un éxito rotundo.
Todo es cuestión de propuestas. Aprender tres cosas distintas cada día hará que sean veintiuna a la semana y unas noventa al mes. ¿No crees que merecería la pena intentarlo?
La cuestión está clara: si alguien anterior a ti ha podido, ¿acaso tú no podrías? No te quepa la menor duda. Subiré la apuesta, ¿acaso el que nadie lo haya hecho aún significa que tú no podrás ser el primero en hacerlo?
¿Acaso está todo inventado ya? Nosotros aún estamos en ello, ¿qué crees que hacemos cada día sino inventarnos? Reinventarnos, aclarar las ideas y ordenar el pensamiento. Si otra cosa no, lo que está claro es que quiero ser. Y voy a ser.