Capítulo 29: Julio, 2017
July 01, 2017 - 365 words - 2 mins Found a typo? Edit meNo hablo de autoayuda
No pretendía escribir un libro de autoayuda, sino más bien hacer de la escritura una de mis herramientas más populares con la que pudiera ayudarme a organizar la razón y los sentidos.
No hablo de autoayuda, sino más bien de equilibrio entre la cordura y la locura. La prudencia que debemos considerar, independientemente de nuestros diferentes contextos, no puede flaquear ante el desequilibrio emocional que pudiéramos tener presente.
Adaptación a la transparencia, a la crudeza que sin previa advertencia nos desconcierta sin paños calientes. Me refiero a la inestabilidad emocional que necesita ser reparada.
Recuerdo olvidado: sueño donde el tiempo parecía soplarnos en la nuca y de la mano de un temor constante a la muerte. Hermano mayor solitario, emigrante desplazado. Ideas claras, sentimientos de superación diaria; no querer ser normal por necesidad. Por encima del bien y del mal con memorias olvidadas. Lo más importante será dejar huella y adaptarnos —o habremos muerto—.
Recuerdo ambicioso, de renuncia y denuncia a la idea opuesta del nosotros. Ironías de la vida, como incansables pensamientos que dicen mucho de ti. Juventud, imperdonable religión. Se hizo más notorio en la montaña, cuando saborear el odio a Dios no bastó. Es tiempo de hablar de nuevo. Tantas constantes, tanto desconocimiento para al final no ser conscientes ni tan siquiera de qué estamos perdiendo. ¿Quién nos recordará? Será sólo cuestión de tiempo. Lo más difícil será entendernos con otros ojos. Sólo se vive una vez. El futuro pasará a ser parte de nuestros dulces recuerdos junto a nuestra inocente juventud.
No quiero hablar de autoayuda, sino de nuestra falsa libertad si no vivimos ocupados de nuestras vidas. Buenos hábitos que nos indiquen el valor de la verdad, como nuestra tendencia a desenmascarar la mediocridad.
Este libro termina no sin antes agradecer vuestra compañía. No sin antes desear leernos de nuevo de aquí a muchos años para ver entonces en quién nos hemos convertido. Y esbozar la sonrisa que nos merezcamos.
Trabaja. Quiere. Sueña. Sonríe.
No hablo de autoayuda, sino de terminar para comenzar todo con los ojos en un recuerdo.